Qué son los cafecitos

Mantener un sitio no es gratis. Hay opciones, sí, pero para que éste en especial funcione y tenga una calidad visual y de carga como las que tiene, hay que pagar. Y hablo solo del mantenimiento de los fierros: servidores, diseño, dominio, plantillas, etcétera.

Y por otro lado están los imponderables. O sea, los escritos llevan tiempo, algunos más, otros menos. Algunas veces tengo una idea tan masticada en la cabeza que luego de días de pensarla y madurarla se vuelca a un texto en un rato largo. Otras veces los textos son el resumen de largas horas de estudio y siempre, pero siempre es hecho en mi tiempo libre.

Por eso los cafecitos. El texto es gratis. Todos lo son y siempre lo fueron. Aquí no hay ni textos exclusivos para suscriptores ni nada de eso. ¿Hay algo más amable que invitar un café a alguien que te cae bien?

Así que respondo algunas preguntas frecuentes que me hicieron. El sistema es transparente y el dinero se transfiera a una cuenta a mi nombre en Mercado Pago, donde me descontarán el servicio financiero de las leyes argentinas. Más transparente no se consigue.

Sí, es anónimo o no lo es: queda a decisión de quién paga el café si quiere dar su nombre, o uno inventado, o poner un correo electrónico de forma privada, o dejar un mensaje.

La otra opción es Buy Me a Coffee, que es para quienes se encuentran en el extranjero. El sistema es el mismo, solo que va a una cuenta de PayPal previo descuento de comisiones, claro, a mi cuenta.

Por último, me gusta negro, sin cortar ni endulzar.

¡Ah! Gracias.

 

Compartir en:

Desactivar modo oscuro.

Salir de la versión móvil